miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Combinado Cruz Azul-Arbitraje llega a la final?

Mucho se ha comentado sobre la incompetencia desplegada en los árbitros de football soccer dentro del balompié mexicano, más que en otras latitudes del globo. En Sudamérica por ejemplo, el arbitraje suele ser pésimo, solo que únicamente para favorecer a los equipos de esa área por encima de los clubes mexicanos, bueno, es lo que se ha visto en distintas competencias del cono sur.


Los errores arbitrales son errores humanos, mayormente. En la Serie A, la máxima división del calcio italiano, hubo castigos ejemplares tanto para clubes como para jueces arbitrales, si resultaban culpables de manipular marcadores en los partidos, para beneficiar a ciertos apostadores. Algunos conjuntos fueron descendidos a segunda división de aquel país, algo que en México jamás sucederá, puesto que aquí el negocio está por encima del espectáculo.


Ahora que se disputa la gran final del torneo mexicano de football soccer, el Apertura 2009, la polémica envuelve al Deportivo Cruz Azul, pues en el transcurso de la liguilla, etapa final de la temporada, se vieron muy favorecidos de las decisiones tomadas por los jueces de línea, y del árbitro central. ¿Error humano? o complicidad entre instituciones.


Primeramente, en la serie de cuartos de final, la Máquina Celeste del Cruz Azul enfrentó a la Franja del Puebla, una serie nutrida de goles (7-6 score global en favor del azul), en donde las fallas arbitrales imperaron en el campo de juego, perjudicando a ambos equipos, solo que esos mismos errores repercutieron directamente al marcador. Un falta inexistente dentro del área poblana sancionada con tiro penal, otra mano también dentro del área de "la franja" ahora infringida por un jugador celeste que no fue debidamente marcada y que a la postre culminaría en jugada de gol, ayudaron a colocar a la escuadra cementera en la ronda de semifinal. La directiva del Puebla impuso una queja a la Comisión de Árbitros que se desempeña en el football azteca, logrando la sanción al jugador Jaime Lozano, quien fingiera ser víctima de una infracción, la cual convertiría el mismo en gol. El castigo fue la suspención al futbolista del siguiente encuentro.




La semifinal fue disputada entre Monarcas Morelia y Cruz Azul, quienes desplegaron gran nivel futbolístico. En el encuentro de vuelta en el Estadio Azul, un defensa de la escuadra de La Noria utilizó su mano de forma delivarada para evitar el remate de un atacante rival, una mano clarísima, de acuerdo al reglamento que rige el football mexicano, y no se marcó nada. Al final el Cruz Azul obtuvo su pase a la final, misma que jugará contra el club Monterrey.


Ahora esta situación se comenta en diversios medios deportivos, calificando de tramposos y deshonestos a los integrantes del Azul, aludiendo a una supuesta coalición con el arbitraje. Y siendo totalmente imparciales, la culpa no es del Cruz Azul, el equipo hizo su trabajo y por méritos propios ha logrado el boleto para disputar el título. Los responsables: de inicio el jugador, por actuar de forma deshonesta, quien pone en duda la política y ética de la institución que representa; en segundo lugar y no menos importante, el árbitro central en cuestión, mismo que deja de sancionar o sanciona erróneamente, y más si se tratan de este tipo de jugadas, de gran magnitud. Después podríamos culpar a la Comisión de Arbitraje, por delegar este trabajo a Paul Delgadillo, quien no dejó ver mas que su incompetencia, aunque solo fuera en esta jugada en particular.







Las sanciones deberían ser a la par, tanto al jugador como al árbitro, mas nunca al club deportivo.
Algunos dirán que este título está manchado, pero al final, lo que resalta son los campeonatos, y el Cruz Azul ha llegado a la final gracias a su continuidad y buen football, porque no se puede decir que se ha hecho trampa durante todo el torneo, o en las temporadas anteriores en donde tambien consiguieron alcanzar la antesala de la copa.




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